¿Cuál es tu tipo de pelo?

Determinar tu tipo de pelo no es fácil, pero si es algo importante para poder elegir tu rutina cotidiana. Dependiendo de diferentes factores, el tipo de cabello es distinto y requiere cuidados especiales.

PELO SECO

Por lo general el pelo seco tiene poco movimiento, es quebradizo y no tiene brillo. Suele entrecortarse y ser difícil de desenredar. Es muy sensible al cloro, la sal del mar y las tinturas. Por lo general su falta de humedad se debe a la falta de sebo (natural o provocado por el entorno) o bien al exceso de mechas.

Lo importante en este tipo de pelos es humectarlo, tanto con una mascarilla nutritiva (idealmente una vez por semana) , como con el uso de aceites esenciales. Es recomendable usar una temperatura templada para su lavado, evitar el sacador de pelo y la planchita, espaciar los lavados y cortar las partes dañada.

PELO NORMAL

El pelo normal se ve sano y tiene un movimiento natural. Es un pelo con brillo y suavidad, que se desenreda con facilidad. No tiene puntas secas, ni grasitud en el cuero cabelludo.

Es muy importante usar productos que no sean agresivos y no abusar de las mechitas.

PELO GRASO

El pelo graso se ve con poco volumen y opaco. Procura un efecto húmedo y pegajoso, sobre todo en las raíces. Esto se debe a que las glándulas del cuero cabelludo generan una producción excesiva de sebo. Sus causas pueden estar relacionadas con hábitos poco saludables a la hora de alimentarse, o alteraciones hormonales, como por ejemplo durante la adolescencia y el embarazo. También, puede deberse a factores genéticos.

Lo importante en este tipo de pelo es tratar de no tocarlo mucho el cabello o peinarte demasiado. Se recomienda llevar una dieta saludable, beber abundante agua, utilizar shampoo específicos para este pelo y aplicar el acondicionador solo en las puntas.